El Gobierno de México expresó su preocupación tras la publicación de un informe de la Agencia de Alcohol, Tabaco y Explosivos (ATF) de Estados Unidos, que revela que al menos el 74% de las armas decomisadas en México entre 2017 y 2021 tienen origen estadounidense.
El titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, calificó el informe como “muy importante y grave”, destacando que la fuerza de los cárteles delictivos radica en su capacidad de fuego, facilitada por estas armas. “Toda esta producción de armamento, con una cadena clara de fabricación y comercialización, no debería ser desconocida por las autoridades estadounidenses”, declaró.
El documento, parte de la Evaluación Nacional sobre Comercio y Tráfico de Armas de Fuego (NFCTA), identifica que las armas incautadas en México provienen mayormente de los estados de Arizona, California, Nuevo México y Texas. Entre las incautadas, el 50% corresponde a rifles, mientras que el resto se divide entre revólveres (9%) y escopetas (6%).
La ATF señaló que los traficantes transnacionales de armas emplean los mismos canales que los delincuentes domésticos para desviar armamento del comercio legal.
Gertz Manero criticó la demora de las autoridades estadounidenses en responder a las solicitudes mexicanas sobre el tráfico de armas y señaló la necesidad de establecer una relación más efectiva para abordar esta problemática. “Es una especie de conspiración que permite que este volumen de armas entre a nuestro país”, afirmó.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que su administración buscará colaboración con Donald Trump, quien asumirá nuevamente como presidente de EE. UU. en breve. “Queremos coordinar esfuerzos para frenar la entrada de armas, lo que impacta directamente en nuestra seguridad”, expresó.
El Gobierno de México ha presentado dos demandas ante cortes estadounidenses contra fabricantes y vendedores de armas, acusándolos de facilitar el tráfico ilícito de armamento, incluidas armas de tipo militar, hacia grupos criminales en México. Estas acciones legales, pioneras a nivel mundial, buscan detener el flujo de armas que potencia la violencia en el país.
El informe de la ATF refuerza los señalamientos históricos de México hacia EE. UU., consolidando el tráfico de armas como uno de los mayores desafíos en la relación bilateral.