Un potente terremoto de magnitud 7.3 sacudió este martes a Vanuatu, dejando al menos 14 muertos y más de 200 heridos, según cifras oficiales del Gobierno. La capital, Port Vila, ha sido la zona más afectada, donde se reportaron deslizamientos de tierra mortales y severos daños en infraestructuras.
La Oficina de Gestión de Desastres advirtió que el número de víctimas podría aumentar, mientras continúan las tareas de búsqueda y rescate. Al menos diez edificios, incluidas las embajadas de Estados Unidos, Reino Unido y Nueva Zelanda, sufrieron daños estructurales significativos.
El terremoto, registrado a las 12:47 hora local (01:47 GMT), tuvo su epicentro a 30 kilómetros al oeste de Port Vila y a una profundidad de 57 kilómetros bajo el lecho marino, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. El Centro Sismológico Euromediterráneo (EMSC) corrigió la magnitud a 7.4.
El aeropuerto de Port Vila permanece cerrado salvo para operaciones humanitarias, mientras que el principal hospital de la capital sufrió daños, obligando a instalar tiendas de campaña para atender a los heridos.
Se estima que más de 116,000 personas han resultado afectadas, con telecomunicaciones interrumpidas y graves daños en carreteras, puentes y otras infraestructuras clave, dificultando el acceso a zonas remotas.
Imágenes difundidas por la cadena local VBTC mostraron escenas desgarradoras: personas transportando heridos en brazos, vehículos destrozados y edificios colapsados. Naciones Unidas y equipos internacionales han comenzado a coordinar la asistencia para atender esta devastadora crisis.