Dos buques cisterna rusos, el Volgoneft-212 y el Volgoneft-239, se hundieron en el mar Negro debido a una fuerte tormenta. El primero se partió por la mitad cerca del estrecho de Kerch, dejando a 13 tripulantes atrapados en la popa, uno de los cuales falleció durante el rescate.
El segundo buque, también con 14 tripulantes a bordo, sufrió daños y va a la deriva hacia Taman.
Ambas embarcaciones transportaban más de 4 toneladas de fueloil, lo que provocó un derrame de productos petrolíferos en la zona. Los servicios de emergencia continúan trabajando para mitigar el impacto del incidente.
Equipos de rescate, incluyendo helicópteros y remolques, han sido desplegados. Las condiciones meteorológicas complican las labores de socorro y la contención del derrame, lo que genera preocupación por el impacto ambiental y la seguridad de los marineros.