El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, declaró la ley marcial de emergencia en un discurso televisado el 3 de diciembre de 2024. Yoon justificó la medida acusando a la oposición de actividades antiestatales y defendió su decisión como una forma de proteger la democracia del país frente a amenazas externas, especialmente de Corea del Norte.
Esta declaración llega en un contexto de creciente tensión interna, ya que desde su llegada al poder en 2022, Yoon ha enfrentado dificultades para implementar sus políticas debido a la oposición en el parlamento.
La ley marcial, según Yoon, busca restaurar el orden y garantizar la seguridad de Corea del Sur frente a lo que considera una amenaza creciente por parte de fuerzas comunistas.
La medida ha generado inquietud en diversos sectores de la sociedad surcoreana, que temen que se utilice para limitar las libertades civiles y consolidar aún más el poder del presidente. La situación refleja la profunda división política que atraviesa el país, especialmente en el contexto de la relación con el régimen de Kim Jong-un en el norte.
El presidente surcoreano subrayó que la ley marcial es una acción necesaria para eliminar lo que calificó como «elementos antiestatales» y garantizar la estabilidad y la prosperidad del país.
Sin embargo, su declaración está siendo vista con escepticismo y preocupación tanto dentro de Corea del Sur como a nivel internacional, dado el historial de tensiones políticas en la península coreana.