El Gabinete de ministros de Israel aprobó este martes un acuerdo de alto al fuego de 60 días con la milicia chií libanesa Hizbulá en Líbano, según informó el Canal 12 de la televisión israelí. El cese de hostilidades entrará en vigor mañana, a las 10:00 (GMT+2).
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, subrayó que el pacto estará condicionado al comportamiento de Hizbulá. “Si lanzan misiles o intentan rearmarse, Israel responderá con fuerza”, afirmó el mandatario, dejando abierta la posibilidad de reanudar las hostilidades si las condiciones lo requieren.
Israel se encuentra involucrado en múltiples frentes de conflicto:
• Franja de Gaza: La ofensiva contra Hamás ha dejado más de 44,900 muertos y 104,700 heridos en poco más de un año.
• Líbano: Los enfrentamientos con Hizbulá han provocado hasta la fecha más de 3,700 fallecidos y 15,700 heridos.
• Siria e Irán: Operaciones esporádicas en territorio sirio e iraní.
• Yemen: Intercambios de misiles con los rebeldes hutíes del movimiento Ansar Alá.
Hizbulá, junto con Hamás, los hutíes y milicias proiraníes en Irak y Siria, forma parte del denominado “eje de resistencia” contra Israel en Oriente Medio.
Condiciones del acuerdo
El alto al fuego incluiría la retirada de tropas israelíes del sur del Líbano y el despliegue de fuerzas libanesas en la frontera. La duración del pacto dependerá de la evolución de los acontecimientos, según indicó Netanyahu.
La comunidad internacional, liderada por Estados Unidos y Francia, presionó para alcanzar este acuerdo, que busca aliviar la tensión regional y prevenir una escalada mayor.
Israel aprueba alto al fuego con Hizbulá, pero ya sabemos que eso no durará mucho, porque en cualquier momento se calientan los motores otra vez.
Oye, el alto al fuego suena bien, pero ya Israel dijo que si hay lío, vienen las represalias. Eso no suena a paz, suena a una tregua con fecha de caducidad.
Israel le da un respiro a Hizbulá, pero con esa advertencia de represalias, ya sabemos que en cualquier momento el fuego puede reanudarse.
El alto al fuego entre Israel y Hizbulá suena a una calma tensa, porque cuando el acuerdo se rompa, la cosa va a ser más fea que nunca.
Israel acepta un alto al fuego, pero ya les dejó claro que si se rompen los términos, la represalia va a estar más fuerte que un cafecito cargado.
Un alto al fuego aprobado por Israel, pero esa amenaza de represalias lo dice todo: aquí no hay confianza, es solo un respiro en medio del lío.
Israel puede estar negociando el alto al fuego, pero mientras no haya una solución real, esto es solo un descanso temporal.
En el medio del alto al fuego, Israel no se olvida de las represalias si algo sale mal. Eso significa que las tensiones siguen al borde.
El acuerdo suena como una tregua, pero en el momento que alguien rompa las reglas, las represalias van a caer como lluvia en temporada de tormenta.
Israel dijo que si se violan los términos del alto al fuego, van con todo. La situación sigue siendo volátil y no hay quien garantice que el acuerdo dure mucho.