Ayer domingo, al menos 11 personas resultaron heridas en Israel tras el lanzamiento de más de 250 cohetes por parte de las milicias chiíes de Hezbolá desde el Líbano. Los ataques impactaron diversas áreas del país, mientras que otros proyectiles fueron interceptados por las fuerzas israelíes.
Entre los heridos figura un hombre de 60 años en estado grave tras ser alcanzado por metralla en Kfar Blum. Otros ataques afectaron un edificio residencial en Haifa, dejando dos heridos leves, y tres personas resultaron lesionadas en Petah Tikva tras otro impacto.
Hezbolá reivindicó la autoría de los ataques, incluidos los dirigidos a la base militar israelí de Shraga, la sede de la brigada Golani en Acre, y a instalaciones en Tel Aviv, como la base de Inteligencia de Gilot. También reportaron el uso de drones contra la base naval de Ashdod, aunque el Ejército israelí no ha confirmado este último incidente.
Los bombardeos de Hezbolá responden al ataque israelí del sábado contra Beirut, que dejó más de 20 muertos y 60 heridos, en uno de los episodios más letales desde el recrudecimiento del conflicto a finales de septiembre. Las tensiones entre ambas partes continúan escalando, dejando a la región en un estado de máxima alerta.