Cientos de manifestantes tomaron las calles de Tel Aviv y Jerusalén el sábado, reclamando el fin del conflicto en Gaza y la liberación de los rehenes retenidos por Hamás.
En Tel Aviv, unas 50 personas protestaron frente a la residencia del ministro Yitzhak Wasserlauf, lo que derivó en enfrentamientos con la Policía y la detención de un manifestante. Los padres de Hersh Goldberg-Polin, rehén asesinado por Hamás, se unieron a las protestas y prometieron continuar apoyando a las familias de los 101 cautivos restantes.
En Jerusalén, los manifestantes marcharon al ritmo de tambores, portando pancartas con mensajes como: “La guerra ha terminado. Traedlos a casa” y “Traedlos del infierno”.
En Pardes Hanna-Karkur, la Policía detuvo a dos personas tras enfrentamientos y bloqueos de carreteras. Las protestas reflejan una creciente presión pública sobre el gobierno israelí para alcanzar un acuerdo que garantice el regreso de los rehenes.