El Kremlin advirtió el lunes que la decisión del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, de permitir que Ucrania ataque objetivos dentro de Rusia utilizando misiles de largo alcance suministrados por Washington “agrega leña al fuego” del conflicto y podría incrementar aún más las tensiones internacionales.
Este cambio en la política de Biden, que flexibiliza las restricciones sobre el uso de misiles ATACMS de fabricación estadounidense por parte de Ucrania, se produce en el contexto del conflicto, que se acerca a los 1,000 días desde el inicio de la invasión rusa a gran escala en 2022.
Además, la medida coincide con nuevos ataques de Rusia sobre territorio ucraniano, como un bombardeo con misiles de racimo en Sumy, que resultó en la muerte de 11 personas e hirió a otras 84, y un ataque en Odesa que dejó al menos 10 muertos y 43 heridos.
El gobierno estadounidense ha aclarado que la decisión de permitir a Ucrania utilizar los misiles ATACMS en su ofensiva en territorio ruso busca mejorar la capacidad de respuesta de las fuerzas ucranianas, pero sin provocar una confrontación directa entre Rusia y la OTAN.
El Kremlin condenó la medida, y el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, aseguró que la administración de Biden “está echando leña al fuego” de una guerra que ya lleva meses escalando. A su vez, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Maria Zajarova, advirtió que el uso de estos misiles contra objetivos rusos tendrá una “respuesta adecuada y tangible” por parte de Moscú.
Esta intensificación de la guerra y la utilización de misiles avanzados en el conflicto podría significar un nuevo giro peligroso en el enfrentamiento, que sigue causando graves consecuencias para las poblaciones de ambos países y para la estabilidad global.