En Haití, la violencia de las bandas armadas sigue en aumento, sembrando pánico y desplazando a miles de personas. En el barrio Vivy Mitchel, las pandillas incendiaron varias viviendas a pesar de la presencia de vehículos blindados. Los residentes se ven obligados a huir, abandonando sus hogares y pertenencias en medio del caos.
El grupo liderado por Jimmy Cherizier, alias «Barbecue», ha intensificado los ataques y llamado a la población a no salir de sus casas, paralizando las actividades en Puerto Príncipe y zonas aledañas.
La situación se ha agravado al punto de cerrar el aeropuerto internacional Toussaint Louverture, tras ataques de pandillas que dispararon contra aviones comerciales.
El miedo se ha apoderado de los barrios cercanos a las áreas dominadas por estas bandas, mientras miles buscan refugio en lugares improvisados como la Oficina de Protección del Ciudadano, que ya albergaba a desplazados. Esta crisis humanitaria es parte de una ola de violencia que, solo en 2024, ha dejado miles de muertos y heridos.
Para intentar estabilizar la situación, Guinea ha anunciado el envío de 650 policías a Haití en una misión internacional de apoyo. Sin embargo, las cifras de desplazados siguen en aumento, con más de 700,000 personas obligadas a abandonar sus hogares.
La respuesta internacional es cada vez más urgente para contener la violencia que afecta al país y brinda pocas esperanzas de recuperación en el corto plazo.