La tormenta Boris ha causado severas inundaciones en la región de Emilia-Romaña, al norte de Italia, donde unas 1,000 personas han sido evacuadas tras el desbordamiento de tres ríos.
La situación ha provocado el cierre de escuelas y la suspensión de servicios ferroviarios en varias provincias.
La ciudad de Lugo ha sido una de las más afectadas, donde las autoridades han ordenado la evacuación de viviendas en planta baja.
El alcalde de Rávena, Michele De Pascale, declaró que están en «plena emergencia». Esta tormenta ya había devastado Europa Central y Oriental, dejando al menos 24 muertos.
Líderes de la UE se reunirán en Polonia para discutir la ayuda tras los estragos de Boris.