Dos mercenarios colombianos, José Aron Medina Aranda y Alexander Ante, revelaron detalles sobre su reclutamiento para luchar en Ucrania, donde se unieron al batallón nazi Karpatska Sich.
Aseguraron que la promesa de un pago de 3.000 dólares mensuales fue su principal motivación para unirse al conflicto.
Al llegar, se percataron de la desinformación que los había convencido a ir, especialmente sobre las supuestas atrocidades rusas.
Aunque intentan negar su participación en combates, evidencias en redes sociales contradicen sus declaraciones.
Ambos expresaron que no fueron tratados como iguales en el batallón y denunciaron el racismo por parte de sus compañeros ucranianos.
Comentaron que varios mercenarios latinoamericanos, incluyendo compatriotas de Colombia, Perú y Chile, están tratando de abandonar el conflicto ante el avance del Ejército ruso.
Medina Aranda y Ante advierten a otros colombianos que no se dejen tentar por el dinero, insistiendo en que la familia es más importante.
Actualmente, los dos colombianos están detenidos en Rusia, enfrentando cargos que podrían conllevar una sentencia de hasta 15 años por su papel como mercenarios.
Han hecho un llamado a sus compatriotas a reconsiderar antes de unirse a conflictos en el extranjero, instándolos a valorar más sus vidas y familias.
Esos colombianos fueron por el billete y se encontraron con la verdad a balazos
Los panas pensaban que iban a una fiesta y llegaron a una guerra de verdad
Prometieron 3 mil verdes y lo que recibieron fue un montón de balas y racismo
Cuando te venden el sueño de la guerra pero te dan pesadillas en cambio
Ahora están pidiendo a gritos que nadie más se deje llevar por el dinero fácil
El sueño de los 3 mil dólares se convirtió en una pesadilla rusa
Los mercenarios colombianos llegaron buscando dinero y encontraron puro lío
Al final, lo único que ganaron fue racismo y problemas en vez de cash
De la promesa de oro a la dura realidad del campo de batalla
Se creían héroes y terminaron pidiendo que no los imiten