Un incendio devastador estalló este lunes en la fábrica de baterías de litio de Aricell, ubicada al sur de Seúl, cobrando la vida de al menos veinte empleados. El fuego, controlado por los bomberos cuatro horas después de su inicio, dejó además tres heridos y 23 desaparecidos, de los cuales veinte serían extranjeros.
El siniestro, acompañado de pequeñas explosiones causadas por la quema de baterías, se complicó debido a la dificultad de extinguir el fuego en baterías de litio con métodos ordinarios. Se teme que el número de víctimas aumente ya que las listas de empleados se quemaron durante el incendio.
El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, ordenó al ministro de Interior y Seguridad maximizar los esfuerzos de búsqueda y rescate. La causa oficial del incendio aún no se ha determinado, aunque un testigo señaló que comenzó tras la explosión de una celda de batería.