Tenerife, España. – Un crucero rescató este miércoles a una embarcación al sur de Canarias, donde más de 30 personas murieron de hambre y sed durante los 21 días que pasaron en el Atlántico, de los cuales los últimos 17 estuvieron a la deriva, según relataron los supervivientes.
A su llegada al puerto de Santa Cruz de Tenerife este viernes, varios de los 67 supervivientes relataron a las asistencias sanitarias que eran «más de 100 personas» cuando partieron el pasado 30 de mayo desde Nuakchot, Mauritania, rumbo a las Islas Canarias, informaron responsables del operativo a EFE.
Esto implica que durante la travesía murieron al menos 33 personas, de las cuales solo se pudieron recuperar cuatro cadáveres. Otros dos quedaron a bordo de la embarcación durante el rescate, según notificó el capitán del crucero a Salvamento Marítimo español. Las demás víctimas fueron arrojadas al mar por sus compañeros.
La cifra de víctimas podría ser aún mayor. La ONG Caminando Fronteras, que monitorea a los migrantes que salen de la costa atlántica de África hacia Canarias, informó que los datos de esta embarcación coinciden con una alerta que dieron a las autoridades españolas sobre una salida el 30 de mayo desde Nuakchot. En el cayuco del que alertó esta ONG viajaban 150 personas, incluidas nueve mujeres y un número no precisado de niños. Si se tratase de la misma embarcación, el número de víctimas ascendería a 83.
Los supervivientes explicaron que quedaron a la deriva al cuarto día de navegación, debido a la rotura del motor. La mayoría llegó muy débil a tierra, a pesar de los cuidados recibidos durante casi 30 horas a bordo del Insignia, un crucero de lujo que viajaba de Cabo Verde a Tenerife. La tripulación del crucero les proporcionó comida, agua, ropa limpia y atenciones médicas.
Entre los supervivientes se encuentran tres mujeres y tres niños pequeños, de entre siete y diez años.