La Organización de Estados Americanos (OEA) debatió la crisis institucional de Haití, caracterizada por una profunda anomia política, la impunidad de poderosas bandas delictivas y una grave situación económica con altos niveles de pobreza y desempleo.
“La policía nacional, en particular, sufre niveles alarmantes de desgaste. La anarquía y la brutalidad alcanzaron niveles sin precedentes en marzo, cuando bandas armadas lanzaron una serie de ataques coordinados contra instituciones estatales, hospitales, bancos e infraestructura crítica”, afirmó Jenca Miroslav, subsecretario adjunto de Asuntos Políticos para Europa, Asia Central y América Latina de Naciones Unidas (ONU), durante su presentación ante la OEA.
El subsecretario de la ONU también señaló: “Las bandas armadas continúan utilizando la violencia sexual como arma para infundir miedo. Solo el año pasado se denunciaron miles de casos de violencia sexual. Sin embargo, es probable que la cifra real sea mucho mayor, ya que las víctimas no denuncian por temor a represalias o a la vergüenza. La mayoría sufre en silencio en esta crisis. Los niños son especialmente vulnerables dada la gravedad de su situación y el número de violaciones graves denunciadas y verificadas en Haití en los últimos veintitrés años”.La crisis humanitaria en las calles de Haití se convierte en crisis política cada vez que el Consejo Presidencial delibera para mostrar cierta cuota de poder institucional.