La capital israelí, Jerusalén, fue escenario este sábado de una gran protesta contra el Gobierno de Netanyahu, en la que los manifestantes exigieron un acuerdo con Hamás para la liberación de los rehenes, según informa The Times of Israel.
Los organizadores señalaron que la manifestación fue la más multitudinaria desde que comenzó el conflicto el 7 de octubre, con más de 120.000 participantes. Durante el acto, hubo discursos de los familiares de los secuestrados y representantes de diversas organizaciones sociales.
La protesta se vio marcada por un aumento en la brutalidad policial. Un video muestra a la caballería policial embistiendo a los manifestantes, e incluso pasando por encima de una mujer que había sido derribada por los caballos. La Policía también utilizó un cañón de sonido para dispersar a los participantes, y dos personas fueron arrestadas.
Además, en redes sociales circulan videos de enfrentamientos entre manifestantes y policías, así como de personas encendiendo hogueras en el centro de la ciudad tras finalizar la protesta.