Al menos ocho personas murieron y otras siete resultaron heridas producto de un incendio que se desató por una estufa eléctrica en un edificio donde vivían inmigrantes ilegales en Moscú, la capital de Rusia.
El Comité de Investigación Ruso inició una investigación sobre el incidente, mientras la fiscalía informó que se iniciaron trabajos para identificar a los inmigrantes.
El incendio se extendió rápidamente debido a que el edificio era de madera y fue controlado gracias a la intervención de equipos del Ministerio de Emergencias de Rusia.
Según la declaración de la Fiscalía Regional de Moscú, en las primeras investigaciones tras el incendio se determinó que el edificio, que funcionaba como albergue y vivían inmigrantes ilegales extranjeros, no tenía detectores de humo.