El Gobierno de Jair Bolsonaro (2019-2022) espió a 30.000 ciudadanos brasileños ponderados opositores, informó el director general de la Policía Federal de Brasil, Andrei Rodrigues.
Según detalló Rodrigues en declaraciones a la cadena Globonews, el espionaje interno se hizo «mediante la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) contra 30.000 opositores» y los datos recabados ilegalmente se almacenaron en una nube ubicada en Israel.
«Estos datos de las personas, ciudadanos brasileños que fueron monitoreados, estaban siendo almacenados en la nube en Israel, porque la empresa responsable de esta herramienta es israelí», dijo el comisario.
El sistema con el que se hizo el espionaje ilegal es el FirsMile, de la empresa israelí Cognyte, y fue adquirido por el Gobierno de Michel Temer (2016-2018) para la intervención federal en la seguridad de Río de Janeiro.
Esa intervención del Gobierno se produjo en 2018 y tuvo al frente al general Walter Braga Netto, que luego sería ministro y candidato a vicepresidente de Bolsonaro en las elecciones de 2022.
En octubre, la Policía Federal arrestó a dos exagentes de la ABIN de Bolsonaro por espionaje, acusándolos de hacer uso indebido del sistema de geolocalización como forma de chantaje para evitar su despido.
¡Qué locura! ¿Qué opinas? ¿Esperabas esto del gobierno de Bolsonaro?
¡Vaya, qué locura! ¿Y si esto es solo la punta del iceberg? ¡Intrigante!
¡Qué locura! ¿Quién necesita privacidad hoy en día de todos modos?
No todos quieren que sus vidas sean un reality show. La privacidad es un derecho básico que no deberíamos dar por sentado. Todos merecemos controlar quién accede a nuestra información personal. Respetar la privacidad es fundamental en una sociedad democrática y justa.
¡Qué locura! ¿Y si espiar a los opositores realmente garantiza la seguridad nacional?
¡Absolutamente inaceptable! Espiar a los opositores no garantiza la seguridad nacional, solo perpetúa el abuso de poder y viola los derechos fundamentales. La verdadera seguridad se logra con transparencia y respeto a la democracia. Estas prácticas solo alimentan la desconfianza y la división en la sociedad.
¿Y qué esperaban? Todos los gobiernos espían, no se hagan los sorprendidos.
¡No por ser común significa que esté bien! La privacidad es un derecho que todos merecen. No deberíamos resignarnos a que los gobiernos nos espíen sin consecuencias. ¡Es hora de exigir transparencia y respeto por nuestros datos personales!