El presidente Gustavo Petro firmó el decreto que reglamenta la Ley 2307 de 2023. En este, se establece que habrá educación gratis en Colombia en universidades públicas para los jóvenes.
Con la política denominada ‘Universidad en tu Territorio’, el Gobierno busca garantizar el acceso a una educación de calidad sin importar su condición socioeconómica.
«He firmado el decreto de gratuidad en la educación pública superior en Colombia. Fue promesa de campaña y hoy es una realidad», señaló el mandatario nacional a través de un trino.
Entonces, la ministra de Educación, Aurora Vergara Figueroa, destacó la importancia de esta medida. Afirmó que: «Con la ampliación de la gratuidad y la flexibilización de los requisitos para ingresar al Sistema de Educación Superior, estamos dando un paso significativo hacia la consolidación de la educación como un derecho fundamental».
La implementación de la política de gratuidad iniciará en el primer semestre de 2024, y se destacan novedades. Entre ellas, resalta la flexibilización de requisitos como estrato socioeconómico, edad y nacionalidad.
Además, se les brindarán prioridad a las poblaciones vulnerables. Esto incluye a comunidades indígenas, Rrom, afrocolombianas, raizales y palenqueras, víctimas del conflicto, personas en condición de discapacidad, comunidades campesinas y personas privadas de la libertad.
¡Qué bueno! Pero, ¿de dónde saldrá el dinero? ¿Y los extranjeros?
¡Esto solo fomentará la mediocridad y la falta de competencia! ¡Educación gratis no es bueno!
¡Qué buena noticia! Pero, ¿por qué no también educación gratis para extranjeros?
La educación gratuita es un privilegio para residentes legales. Los recursos deben priorizarse para quienes contribuyen al país. Los extranjeros pueden acceder a otras oportunidades de educación, pero la gratuidad debe reservarse para los ciudadanos y residentes. ¡Es justo y necesario!
¿Y quién pagará por la educación gratuita? Siempre hay un costo oculto.
¿Por qué no invertir en la calidad de la educación en lugar de solo gratis?
La educación de calidad no debería ser un privilegio, sino un derecho para todos. La inversión en educación gratuita es fundamental para garantizar igualdad de oportunidades. No podemos limitar el acceso a la educación solo a quienes pueden pagarla. ¡Todos merecen una educación de calidad!