El gigante tecnológico Google admitió que rastreó en secreto el uso de Internet por parte de millones de personas que pensaban que navegaban de forma privada.
En este sentido, la jueza de distrito estadounidense Yvonne González Rogers, de California, suspendió el jueves un juicio previsto para el 5 de febrero de 2024, luego de que los abogados de Google y los consumidores dijeran que habían llegado a un acuerdo preliminar.
Los demandantes alegaron que los análisis, las cookies y las aplicaciones de Google permiten a la unidad Alphabet rastrear sus actividades, incluso cuando configuran el navegador Chrome de Google en modo «incógnito» y otros navegadores en modo de navegación «privado».
Presentada en 2020, la demanda abarcaba «millones» de usuarios de Google, a partir del 1 de junio de 2016, y pedía al menos 5.000 millones de dólares en daños por usuario por violaciones de las leyes federales de escuchas telefónicas y de las leyes de privacidad de California.
Al obtener todos estos datos, Google se ha convertido en un «innumerable tesoro de información», aprendiendo todo sobre los usuarios: amigos, pasatiempos, comidas favoritas, hábitos de compra y «cosas potencialmente vergonzosas» que buscan en línea.
¡Ya era hora de que Google admitiera lo que todos sabíamos! ¡Viva la transparencia!
¡Qué exageración! Si no tienes nada que ocultar, ¿por qué te preocupa tanto?
Pues ya veremos si sigues pensando lo mismo cuando Google empiece a recomendarte anuncios personalizados hasta en tus sueños. Tu privacidad vale más que unos cuantos memes, amigo. Piénsalo dos veces antes de darles carta blanca para que te sigan a todas partes.
¡No me importa! Siempre he pensado que la privacidad es sobrevalorada. ¡Viva la transparencia!