La Junta Central Electoral (JCE) informó sobre la aprobación de un reglamento que permite a los privados de libertad, ejercer el referido al voto en las elecciones presidenciales del 19 de mayo de 2024, siempre que posean su Cédula de Identidad y Electoral.
Los recintos de votación serán los centros del nuevo modelo penitenciario y las cárceles públicas de Nagua, Azua y Salcedo, donde se llevó a cabo un plan piloto de captura de datos biométricos.
El reglamento establece la creación de un «Padrón Electoral Penitenciario» con los internos preventivos empadronados.
Las instituciones carcelarias proporcionarán una lista oficial para la depuración y formación de una «Lista preliminar de elecciones penitenciarias».
La JCE, con apoyo institucional, realizará el empadronamiento y garantizará los recursos necesarios para el desarrollo de los comisios en las centros penitenciarios.
Los internos en el padrón penitenciario votarán en colegios creados dentro de sus recintos, con garantías de las autoridades penitenciarias.
Se establecerán Colegios Electorales Penitenciarios con cinco miembros designados por la Junta Electoral local. Los partidos políticos tendrán delegados acreditados en coordinación con las autoridades penitenciarias.
El horario de votación en los colegios electorales será de 2:00 p.m. a 5:00 p.m. Se destaca un acuerdo interinstitucional entre la JCE, el registro civil y la Procuraduría General de la República para facilitar el voto de los privados de libertad.
Se asegurará el sufragio de internos con discapacidad y adultos mayores mediante una campaña de divulgación y medidas conjuntas con las autoridades carcelarias.
La Junta Central Electoral anuncia la aprobación de un reglamento que permite a los privados de libertad ejercer el voto en las elecciones presidenciales de mayo de 2024.
El reglamento especifica que los reclusos deben poseer su Cédula de Identidad y Electoral para participar en el proceso electoral.
Los recintos de votación se establecerán en los centros del nuevo modelo penitenciario y en cárceles públicas de Nagua, Azua y Salcedo, donde se llevó a cabo un plan piloto de captura de datos biométricos.
La creación del «Padrón Electoral Penitenciario» permitirá tener un registro de los internos preventivos empadronados para las elecciones.
Las instituciones carcelarias proporcionarán una lista oficial para la depuración y formación de una «Lista preliminar de elecciones penitenciarias».
La JCE, con apoyo institucional, se encargará del empadronamiento y garantizará los recursos necesarios para el desarrollo de los comicios en los centros penitenciarios.
Los internos en el padrón penitenciario votarán en colegios creados dentro de sus recintos, asegurando la participación con garantías de las autoridades penitenciarias.
Se establecerán Colegios Electorales Penitenciarios con cinco miembros designados por la Junta Electoral local, garantizando la representación adecuada.
Se busca asegurar el sufragio de internos con discapacidad y adultos mayores mediante una campaña de divulgación y medidas conjuntas con las autoridades carcelarias.
La iniciativa de permitir el voto de privados de libertad muestra un enfoque inclusivo y democrático por parte de la Junta Central Electoral.
La necesidad de poseer la Cédula de Identidad y Electoral garantiza la autenticidad y validez del voto de los reclusos.
La inclusión de privados de libertad en el proceso electoral es un paso significativo hacia una sociedad más inclusiva y democrática.
La campaña de divulgación y las medidas conjuntas con las autoridades carcelarias indican un esfuerzo integral para garantizar la información y participación de los reclusos.
La atención especial a internos con discapacidad y adultos mayores demuestra una consideración inclusiva en el proceso electoral.
¡Absurdo! Los presos deben cumplir su condena, no votar en elecciones. ¡Inaceptable!
¡Qué falta de empatía y visión de futuro! Todos los ciudadanos, incluidos los presos, tienen derecho a participar en la democracia. Negarles ese derecho es negarles su humanidad. Abran la mente y vean más allá de su indignación superficial. ¡La inclusión es clave para una sociedad justa!
¿Por qué los presos pueden votar pero los menores no? Incoherente total.
Los presos mantienen sus derechos civiles, los menores aún están en proceso de madurez. No es incoherente, es una cuestión de responsabilidad y capacidad de discernimiento. Los derechos no son absolutos, se ajustan a la realidad de cada grupo.
¡Qué locura! ¿Por qué los presos tendrían derecho a votar en las elecciones?
¡Los presos también son ciudadanos con derechos! Negarles el derecho a votar es una violación de sus derechos humanos. Todos merecen tener voz en las elecciones, independientemente de su situación legal. ¡La democracia no discrimina!
¡Absurdo! Los presos deberían cumplir su condena sin privilegios como votar.
¡Absurdo! Los presos no deberían tener ese derecho. La ley es un chiste.
¡Qué falta de empatía! Todos merecen dignidad y derechos básicos, incluso los presos. La ley está para proteger a todos, no solo a algunos. Tu comentario refleja una visión estrecha y punitiva, es importante considerar la rehabilitación y la humanidad en el sistema judicial.
¿Por qué no permitir que los presos voten puede ser una buena idea?
Los presos han violado las leyes de la sociedad, por lo tanto, perder el derecho al voto es una consecuencia lógica. Permitirles votar sería un insulto a las víctimas y una falta de respeto a la justicia. Los presos deben cumplir su condena, no influir en decisiones democráticas.