A la generación Z no le gustan las fiestas navideñas empresariales, y asisten obligados para socializar con los superiores y compañeros de trabajo, reveló una encuesta realizada por la empresa líder en contratación y empleo CareerWallet en Reino Unido.
Nueve de cada diez británicos, menores de 35 años, preferirían que su empleador les concediera bonificaciones salariales en lugar de gastar dinero para las fiestas de Navidad, de acuerdo con el sondeo.
«Nuestra nueva encuesta sobre el lugar de trabajo destaca cuántos empleados tienen dificultades financieras en este momento a medida que el aumento de las facturas y la inflación comienzan a afectar», dijo el CEO de The Career Wallet Group, Craig Bines.
Se señala que «este período festivo va a ser particularmente duro para millones de personas en el Reino Unido», pero a muchos empleados no les impresiona que las empresas sigan optando por gastar dinero en lujosas fiestas navideñas.
Asimismo, la encuesta revela que incluso en un clima económico ‘normal’, la fiesta de Navidad se percibe de forma negativa. Uno de cada diez empleados admite que estos eventos es una de las cosas que más les desagrada de su trabajo, ya que muchos no quieren verse obligados a socializar con sus superiores y compañeros.
Según Bines, muchos empleados buscarán cambiar de puesto de trabajo, especialmente en el nuevo año.
¡Totalmente de acuerdo con la generación Z! Prefiero una bonificación salarial que una fiesta de Navidad empresarial.
Entiendo por qué la generación Z prefiere bonificaciones. A veces, las fiestas navideñas empresariales pueden ser incómodas.
Es bueno que la generación Z esté expresando sus preferencias. Las empresas deberían adaptarse a las necesidades de sus empleados.
La presión de socializar en fiestas navideñas de la empresa puede ser abrumadora. ¡No me sorprende que a tanta gente no le guste!
Los empleadores deberían escuchar a sus trabajadores. Si la mayoría prefiere bonificaciones, deberían considerarlo seriamente.
La prioridad en estos tiempos de dificultades financieras es el dinero, no las fiestas. La encuesta refleja eso claramente.
En lugar de imponer fiestas de Navidad, las empresas podrían considerar opciones flexibles para que los empleados elijan cómo desean celebrar la temporada festiva.
La idea de cambiar de trabajo en el nuevo año solo por no disfrutar de la fiesta de Navidad suena drástica. Quizás deberían considerar hablar con sus empleadores sobre sus preferencias.
A veces, las fiestas navideñas empresariales pueden ser incómodas, pero también pueden ser una forma de desconectar un poco del trabajo y relajarse con los compañeros.
Las bonificaciones son geniales, pero no reemplazan completamente la experiencia de una buena fiesta de Navidad. Tal vez encontrar un equilibrio sería lo ideal.