Un total de 53 personas, entre ellas niños, murieron por los bombardeos de la aviación israelí contra las ciudades de Jan Yunis y Rafah, en la Franja de Gaza, dijo la cadena de televisión Al Jazeera citando a una fuente médica.
«Un total de 53 personas, incluidos niños, murieron en los ataques aéreos israelíes contra las casas en Jan Yunis y Rafah, en el sur de la Franja de Gaza», indicó la fuente al medio.
Además, se registraron heridos tras el bombardeo israelí de una casa en el barrio de Sheikh Radwan, en la ciudad de Gaza.
Aviones de guerra israelíes atacaron también una mezquita en la localidad de Jabalia, en el norte de la Franja de Gaza, destruyéndola por completo, con lo que el número total de mezquitas bombardeadas desde el inicio del conflicto, el 7 de octubre, asciende a más de 31, detalla la agencia Al Jazeera.
El pasado 7 de octubre, el movimiento palestino Hamás lanzó miles de misiles desde la Franja de Gaza en un ataque sin precedentes y realizó una incursión armada en las zonas fronterizas del sur de Israel, por lo que el primer ministro del Estado judío, Benjamín Netanyahu, declaró que el país «está en guerra».
En respuesta al ataque sorpresa de Hamás, el ejército israelí movilizó a 300.000 reservistas, lanzó varias oleadas de ataques aéreos sobre Gaza y está preparando una ofensiva terrestre.
Desde el 9 de octubre Israel mantiene el enclave palestino sin provisiones básicas, si bien el día 16 reinició el suministro de agua para el sur de Gaza, adonde se desplazan estos días cientos de miles de civiles por miedo a una invasión que se da por inminente.
De acuerdo a las Naciones Unidas, la orden de evacuación emitida por Israel afectará a más de un millón de personas, la mitad de la población de Gaza, y podría acarrear consecuencias humanitarias devastadoras.
Numerosos países han llamado a Israel y Hamás a detener las hostilidades y negociar un alto el fuego; también se multiplican las voces a favor de una solución de dos Estados como única vía posible para lograr una paz duradera en la región.
Las hostilidades causaron hasta la fecha más de 1.400 muertos y casi 5.500 heridos en Israel, y más de 5.000 muertos y unos 15.200 heridos en la Franja de Gaza, según los últimos datos disponibles, así como 222 rehenes retenidos en el enclave, según el ejército israelí.
La situación en la Franja de Gaza es profundamente trágica y preocupante, con un alto número de víctimas civiles, incluyendo niños, como resultado de los bombardeos israelíes.
La destrucción de mezquitas y el sufrimiento de la población civil son un recordatorio de la necesidad urgente de encontrar una solución pacífica y duradera al conflicto israelí-palestino.
La destrucción de mezquitas y el sufrimiento de la población civil son un recordatorio de la necesidad urgente de encontrar una solución pacífica y duradera al conflicto israelí-palestino.
Las voces que piden una solución de dos Estados como la única vía para alcanzar una paz duradera en la región son cada vez más relevantes, y es esencial que la comunidad internacional trabaje para lograr un acuerdo pacífico.
El elevado número de muertos y heridos en ambos lados es una tragedia humanitaria, y es crucial que se tomen medidas para poner fin a esta violencia y al sufrimiento de la población.