El exmandatario de la República Italiana, Giorgio Napolitano (2006-2015), ha fallecido este viernes a los 98 años en el hospital Spallanzani de Roma. El líder político permanecía ingresado desde hace días atrás por complicaciones de salud, de acuerdo a los medios locales.
Nacido en Nápoles en 1925, Napolitano había sido sometido a varias operaciones quirúrgicas en los últimos años. En 2015 dejó su cargo tras casi una década como jefe de Estado, y fue el primer presidente de la República italiana que repitió para un segundo mandato. Antes de ocupar la jefatura del Estado, fue presidente de la Cámara de Diputados, ministro del Interior, europarlamentario y senador.
También, fue militante del Partido Comunista (PCI), y se convirtió en 2006 en el primer presidente de la República con orígenes en esa formación política, Desde entonces encargó la formación de Gobierno a cinco primeros ministros: Romano Prodi (2006-2008), Silvio Berlusconi (2008-2011), Mario Monti (2011-2013), Enrico Letta (2013-2014) y Matteo Renzi (2014-2016).
Europeísta convencido y reconocido estadista, el conocido como “rey Georgio” ayudó a sacar a su país de una crisis de deuda en 2011. La presidencia italiana suele ser principalmente ceremonial, pero Napolitano utilizó sus poderes a finales de 2011 para evitar una crisis al nombrar a un tecnócrata de la Comisión Europea, Mario Monti, para dirigir el Gobierno tras la dimisión del primer ministro Silvio Berlusconi en una disputa sobre los recortes de gastos.
Dos años después, instauró una gran coalición bajo el mando del político de centro-izquierda Enrico Letta tras unas elecciones parlamentarias inconclusas.
En 2013, y a los 88 años, hizo historia como el jefe de Estado más anciano de Europa y como el primero en repetir mandato en Italia por la incapacidad de las formaciones políticas de encontrar a un sucesor, algo que se repitió después con Sergio Mattarella, quien actualmente sigue en el cargo.
Napolitano, además, forjó una estrecha relación con el difunto papa Benedicto XVI, y fue una de las pocas personas a las que se avisó con antelación de la sorprendente dimisión de Benedicto en febrero de 2013.