El trabajo de los equipos de rescatistas se dificulta ante la división de la ciudad en dos partes tras el colapso de dos presas que han vertido más de 33 millones de litros de agua en el centro de la capital, arrastrando zonas residenciales, puentes y carreteras a su paso.
El 5 de septiembre, la denominada tormenta Daniel se formó en el mar Mediterráneo oriental, causando fuertes precipitaciones e inundaciones en Grecia y Bulgaria. En menos de una semana se convirtió en un medicán (del inglés, Mediterranean hurricane), de acuerdo con meteorólogos europeos, y se desplazó hacia la costa de Libia.
El domingo 10 de septiembre, este ciclón atravesó el noreste del país y golpeó las ciudades de Derna y Bengasi, arrasando edificios y cogiendo por sorpresa a sus ciudadanos. Dos días después de tocar tierra, ya se confirmaron miles de víctimas y desaparecidos.