El ciclón extratropical que avanza por el sur de Brasil desde ayer ha provocado al menos 22 muertos y miles de evacuados en los estados de Rio Grande do Sul y Santa Catarina, según fuentes oficiales este martes.
Las fuertes rachas de viento y las intensas precipitaciones han causado estragos en alrededor de 60 municipios de Rio Grande do Sul, donde cerca de 4.000 personas han tenido que abandonar sus hogares, según el último boletín de Defensa Civil.
De acuerdo a la Defensa Civil, 15 de los 21 muertos notificados en Rio Grande do Sul ocurrieron en Muçum, donde las lluvias han sumergido bajo el agua a buena parte del municipio y muchos vecinos se han visto obligados a refugiarse en el tejado de sus casas.
La otra víctima mortal se reportó en el vecino estado de Santa Catarina, donde un hombre perdió la vida cuando un árbol se cayó sobre el vehículo en el que viajaba.
Alrededor de 60 municipios de Rio Grande do Sul han sufrido daños como consecuencia de las fuertes rachas de viento y el gran volumen de precipitaciones, que ha aislado comunidades enteras como consecuencia de inundaciones y crecidas de los ríos.
El gobernador regional, Eduardo Leite, dijo que la cifra de fallecidos puede subir en las próximas horas debido a que solo hoy el nivel del agua ha comenzado a bajar, posibilitando la inspección de los servicios de rescate en las zonas más afectadas.
Es devastador ver la pérdida de vidas y la destrucción causada por este ciclón en Brasil.
La rápida respuesta de la Defensa Civil es esencial para salvar vidas y ayudar a los afectados.
La falta de preparación para eventos climáticos extremos es una crítica válida a las autoridades locales.
Es fundamental que se brinde apoyo y refugio a las personas desplazadas por esta emergencia.
La cooperación entre los estados afectados es clave para abordar la situación de manera efectiva.