MADRID, EFE.- El destino siempre era Medellín (Colombia), los envíos siempre eran los miércoles y los paquetes contenían juguetes.
Sospechosas coincidencias que pusieron a la Guardia Civil española tras la pista de un posible caso de tráfico de drogas que, finalmente, ha acabado con dos colombianos condenados a seis años de prisión.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha confirmado la condena a seis años de cárcel y más de 400.000 euros de multa por un delito contra la salud pública.
Los magistrados desestimaron sus recursos, en una sentencia a la que tuvo acceso EFE, que ratifica la dictada por la Audiencia de Madrid, que absolvió en cambio a ambos acusados del delito de pertenencia a organización criminal y eximió de responsabilidad penal a otras cuatro personas que se sentaron en el banquillo.
En aquella sentencia, los jueces anularon los registros de varios inmuebles en las provincias españolas de Madrid y Toledo.
Fueron agentes de la Policía Judicial en el aeropuerto de Madrid los que comenzaron a sospechar tras detectar en un control aleatorio la posible presencia de drogas en un paquete con destino a Colombia, que finalmente resultó que llevaba 798 gramos de MDMA (metanfetamina).
Era finales de octubre de 2020 y, poco a poco, los agentes descubrieron que desde el 10 de junio de ese año la misma empresa que envió aquel paquete había enviado quince más, que respondían siempre al mismo patrón: eran juguetes que se enviaban los miércoles con destino a Medellín, siempre con el mismo remitente y los mismos destinatarios.
Tras montar un dispositivo de vigilancia, la Guardia Civil descubrió que uno de los acusados se disponía a vender un «quad» que ocultaba cuatro bolsas de plástico con más de tres kilos de MDMA.
Uno de los acusados adujo ante el tribunal que no se probó que en otros envíos hubiera droga, porque no se tramitó una comisión rogatoria a Colombia, además de denunciar la ruptura en la cadena de custodia.
Los magistrados desestiman sus argumentos, además de rechazar que su adicción a las drogas pueda atenuar la condena.
Parece que la Guardia Civil actuó en base a coincidencias y sospechas sin pruebas sólidas en este caso de tráfico de drogas.
La condena de seis años de prisión y la multa de más de 400.000 euros parecen ser castigos severos para los acusados.
Es importante que se sigan procedimientos adecuados y que se respeten los derechos de los acusados, incluso en casos de tráfico de drogas.
La sentencia ratifica que la justicia debe prevalecer, incluso si los acusados alegan problemas en la cadena de custodia o falta de pruebas concluyentes.
La lucha contra el tráfico de drogas es esencial, pero también lo es garantizar un juicio justo y transparente para todos los involucrados.