El golpe de Estado en Níger, devastador para el compromiso de Francia con el Sahel (Senegal, Gambia, Mauritania, Guinea, Malí, Burkina Faso, Níger, Chad, Camerún y Nigeria), pesa sobre el regreso diplomático de el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
Este verano, el Jefe de Estado francés se vio obligado a seguir los acontecimientos provocados por el golpe militar del 26 de julio contra uno de los aliados más cercanos de París en el continente africano, el presidente Mohamed Bazoum, secuestrado desde entonces junto con su familia.
Mientras los golpistas nigerinos intensifican su presión sobre París, Macron intentó, ayer en la inauguración de la 29ª conferencia de embajadores franceses en el Elíseo, defender a toda costa la presencia de Francia en un país en peligro. corazón de su sistema militar en África, sin abandonar la firmeza mostrada desde el golpe de Estado, incluso si eso significa atacar al nuevo régimen.
“La debilidad que algunos han mostrado respecto a los golpes de estado anteriores ha alimentado las vocaciones regionales. Hay una epidemia de golpes de estado en todo el Sahel», afirmó el presidente francés en referencia a los sucesivos golpes militares ocurridos en los últimos tres años en Mali, Burkina Faso, Guinea y luego Níger.
No reconocemos a los golpistas, apoyamos a un presidente que no ha dimitido y con el que seguimos comprometidos. Y apoyamos una solución diplomática, o militar cuando así lo decida, desde la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO)”.
El golpe en Níger cuestiona la influencia francesa en el Sahel. Macron debe reconsiderar su estrategia para no perder credibilidad en la región.
La situación en Níger es preocupante para Macron y su política en el Sahel. Debe mantener su compromiso pero buscar soluciones diplomáticas efectivas.
El golpe en Níger pone a Macron en una posición difícil. Su firmeza en no reconocer a los golpistas muestra coherencia en la lucha contra los golpes de estado.
La postura de Macron ante el golpe en Níger es encomiable. Debe continuar apoyando soluciones diplomáticas y respaldar a líderes legítimos.
Macron debe abordar el golpe en Níger con sensatez y mantener su apoyo al presidente legítimo mientras busca soluciones diplomáticas efectivas.