República Dominicana. – Los precios de la mayoría de los productos de la canasta básica continúan en aumento en los centros de ventas. Ciudadanos consultados coinciden en que todo está caro.
“Uno viene aquí con mil pesos y no puede comprar nada porque todo está caro, deben de bajar los precios de la canasta básica”, expresó de forma preocupante una ama de casa (Hilda).
El alza de los precios provoca quejas constantes entre amas de casas, que culpan al Gobierno por la situación que catalogan de muy difícil.
“En meses atrás se vendía la longaniza a 40, (ahora a 135), la libra de carne se vendía hasta 150, mira la hora que es y uno todavía no ha vendido mil pesos, la cosa está difícil”, agregó otra ama de casa.
Al ser abordados alegan que reciben poco apoyo del Gobierno y lo exhortan a reducir el costo de la vida y preocuparse por los pobres.
“Nosotros los colmaderos comprando plátanos caros en el mercado para poder venderlos a 35 pesos y a 30 en el colmado”, señaló un comerciante.
Así mismo, otra ama de casa solicitó al Gobierno que “que trate de meterle mano a la salud y al costo de la vida, sé que ha hecho, pero le falta hacer más, que se preocupe por los pobres que somos los que subimos y lo que bajamos”, al considerar que estos quitan y ponen presidentes.
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Los altos precios están asfixiando a las familias. Es desesperante, como Hilda dijo, no poder comprar nada con mil pesos debido a la inflación.
La voz de las amas de casa es poderosa. Su clamor por precios más bajos en la canasta básica debe ser escuchado y atendido por el Gobierno.
La situación es insostenible, como lo expresó una ama de casa. El Gobierno debe asumir la responsabilidad de la crisis económica que afecta a todos.
Las quejas son justificadas. Es hora de que el Gobierno tome medidas efectivas para aliviar la carga económica de las amas de casa y sus familias.
El alza de precios es inaceptable. Las amas de casa tienen razón al criticar al Gobierno por no controlar esta situación que afecta a la población.
Las amas de casa son valientes por expresar sus preocupaciones. Su llamado a la reducción de precios es una petición legítima y necesaria.
La inflación está descontrolada, como señaló otra ama de casa. El Gobierno debe responder y actuar para evitar que los ciudadanos sigan sufriendo.
Los comerciantes también sienten el impacto. Es fundamental que el Gobierno aborde el alza de precios y apoye a los negocios locales.
La economía se desmorona y el Gobierno parece indiferente. Las palabras de las amas de casa son un reflejo de la frustración generalizada.
La petición de las amas de casa es justa. El Gobierno debe hacer más para aliviar la situación y garantizar un costo de vida asequible.
Las amas de casa no encuentran alivio. Responsabilizar al Gobierno por la difícil situación económica es un recordatorio de su falta de acción.
Los llamados al Gobierno son legítimos. La preocupación por la vida de los pobres no debería ser ignorada ni subestimada.
La economía está en caos y las amas de casa lo sienten. Culpar al Gobierno es natural ante la falta de soluciones efectivas.
Las amas de casa representan a la mayoría afectada. Su demanda de atención a la salud y costos es una solicitud necesaria y valiosa.
Los precios estratosféricos afectan a todos. La queja de las amas de casa resalta la necesidad de una estrategia gubernamental coherente.
Los comerciantes también sufren. El Gobierno debe actuar en beneficio de todos y estabilizar la economía para el bienestar de la sociedad
La incertidumbre económica persiste. Las amas de casa critican con razón, ya que sus voces reflejan la angustia generalizada.
La esperanza radica en las voces unidas de las amas de casa. Su apelación por medidas efectivas puede generar un cambio significativo.