El 4 de octubre se conmemora el Día Mundial de los Animales, promovido por la Organización Mundial de Protección Animal para frenar la extinción de diversas especies.
La primera celebración tuvo lugar en Berlín en 1925, y la fecha fue escogida en honor a San Francisco de Asís, el santo patrono de los animales.
San Francisco sostenía que todos los seres de la Tierra eran criaturas de Dios, y su visión, aunque no comprendida en su época, tiene hoy gran relevancia al recordarnos que el bienestar humano está interconectado con el de los animales y el medio ambiente.
En 1980, el Papa Juan Pablo II lo proclamó oficialmente patrono de los animales, lo que popularizó la celebración de este día a nivel mundial.